Buscando gente sin el alma muerta.

Y ahora es cuando me doy cuenta de que no sólo estamos hechos de un poco de carne recubierta por un fino tejido llamado piel. Somos armas peligrosas, caprichosas, somos audaces. Peligrosas cual bala atravesando un corazón, sin querer, pero atravesándolo. Caprichosas, somos como niños pequeños que quieren a su juguete favorito, cuando lo tienen cerca, lo ignoran, sólo para un ratito. Cuando lo tienen lejos, lloran, lo añoran. Audaces, tan audaces como para saber cuando tenemos que actuar o como para saber cuando tenemos que darnos un puntito en la boca. Somos armas diseñadas, aunque también con algunos fallos y un tanto imbéciles. A algunas personas les falla su parte audaz. Algunas personas, cuando deberían actuar, les fallan todas las articulaciones de su cuerpo y su mente señala "bloqueado". Propondría a quién halla creado a estas potentes armas, arreglara a quien le fallaran algunas cosas, pero también es cierto, que sin errores, no somos humanos.

Tú mueves chaval.

Quien vive sin pensar, no puede decir que vive.

Segura?, Tranquila? como quieres que esté segura si  ni siquiera sabemos donde nos encontramos. Estamos atrapados en una pelota, en un mundo del que no conocemos ni la mitad. Estamos supendidos en un lugar negro y oscuro que es infinito, que no termina. El tiempo tan sólo es una simple y vulgar apreciciación de nuestra capacidad cerebral para tranquilizarnos de que lo tenemos todo controlado. Pues, quien esté leyendo esto, he de decepcionarle, no tenemos nada controlada en este mundo, si así preferís llamarlo. El tiempo no sirve para nada, el tiempo, de hecho es agobiante. Es un dudoso tic tac que nos marca las vidas. Nos marca nuestra forma de ser y de actuar. Nos marca la manera de amar. Y a esto quería yo llegar, nadie nos va a decir como amar y menos el tiempo. Seguramente no lo entendereis, pero no me parece ni  lo mas lógico ni coherente no poder estar los dias enteros junto a la persona a la que quieres por un maldito secundero. No sé tu pero en esta bola, nadie puede estar seguro ni tranquilo.

Por pedir...

Ójala tuviera el valor suficiente de buscarte, encontrarte y, estuvieras donde estuvieras con la gente que estuvieras ,sin mediar ni una sola palabra, dejarte sin respiración con un buen beso, un beso de esos que no se olvidan en la vida. Por desgracia, no tengo ni las entrañas suficientes, ni las repuestas concretas. Lo que tengo claro, es que pediría 24 horas, sólo 24 horas para que te des cuenta que no soy tan solo un juguetillo con el que juegas 10 minutos y te cansas. Y ya que estamos pidiendo, pido una tarde lluviosa en una casa sin gente, con cojines y unas cuantas mantas. Sin películas ni nada por estilo, solo tu, yo y nuestro calor corporal. No pido nada mas, sólo 24 horas de diversión sin límites.

Nada que decir.

Tus yemas de los dedos? lo más cálido que ha rozado mi espalda. Tu respiración altera mis pulsaciones, mi pasión es animal, el tic tac del reloj es muy lento, mejor parar el tiempo. El tiempo está en el aire, la noche es joven, es más que sufiente tenerte aquí, justo en frente. Tu piel en mi piel, mi cuerpo en tu cuerpo, respiraciones paralelas, las dos al mismo tiempo. Éxtasis fugaz, el límite, es como volar al paraíso.

Tu pon la dinamita, es todo lo que nos queda.

Que quiero gritar, correr, saltar, bailar, cantar, volar. Que quiero salir de esta incómoda rutina. La sangre hierve,  vuela al paraíso mental de la imaginación sin límite. Soñar, soñar bajo tu colcha. Vivir, vivir contigo momentos que vuelen como el humo del cigarro que sostienes en tu mano, que vuele el tiempo, para así poder repetir una miel tan sutíl como la de tus labios, no miento. Tanto, tanto he visto en esta vida, pero aún nada se compara con tu risa. En resumen, vuelo al paraíso es decisión tuya quedarte o volar con migo.