sábado, 17 de diciembre de 2011

Se aprende más de uno mismo que de otras muchas personas.

-No te indignes, lo que pasó fue una simple chorrada sin principios y tú te pusiste a llorar como una niña de tres años.
-Mira, te voy a dejar claras algunas cosillas, y después de esto preferiría que alguien como tú no me dirigiera la palabra. Yo, me indigno cuando encuentro motivos suficientes para hacerlo. Si lloro, es por impotencia, por rabia incontenible.¿Qué pasa? ¿que tu no lloras? Eres una máquina ¿no es así?. Vale que vengas haciéndote el duro con todo el mundo haciéndoles creer que sólo lloras por amor al rap, pero yo eso no me lo trago porque sé lo que sientes, sé que no eres un montón de chatarra y sé que si hubieras podido hubieras hecho un mar de tus ojos. Asique no me vengas con cuentos, porque así el único que parace un niño de tres años eres tú, aterrorizado por expresar lo que siente... Cuando sepas distinguir todo tipo de sentimientos, vienes y me lo cuentas mirándome a los ojos, que no dudes que te felicitaré.Mientras tanto, no quiero que tus ojos llenos de engaños, de rabia y furor, me dediquen ni una sola mirada más, porque la mandaré al infierno.



No hay comentarios:

Publicar un comentario