miércoles, 26 de octubre de 2011

Me tienes ganada.

Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. Te odio. No sé porque te odio tanto, pero te odio. Maldigo el momento en el que crucé palabra con tigo. Te odio por conseguir que agache la mirada cuando consigo encontrarla con la tuya. Me haces caer en tus trampas una y otra vez, tu perfume es fatal y tus exóticas espinas son una trampa mortal. No sé a donde voy, ni lo que tengo que hacer, pero lo único que sé es que tengo que llegar, cueste lo que cueste, llegaré. Con esto no estoy diciendo que me esté enamorando, esa palabra, no la nombraré hasta dentro de bastante tiempo. Tampoco me gustas, porque te odio principalmente, pero quiero beberte hasta asfixiarme. Me apetece tu piel abrasando mis labios, y que se jodan las teclas del piano si prefiero acariciar tu piel.



No hay comentarios:

Publicar un comentario